martes, 26 de junio de 2012

¿Cómo saber si usted ha muerto?



El paso al otro mundo puede en un principio pasar desapercibido o tal vez  ser una de esas cosas que “casi no se siente”, es posible que se le parezca a una cosquillita o quizá a un estornudo, pero generalmente se presenta como un escalofrió en las nalgas, largo, una especie de entumecimiento del odio, una corriente de medusa que le viene desde el centro de los muslos y se le termina en el medio de la espalda besándole la columna de una manera tierna e insensible.

Sabrá usted que ha muerto cuando después de sentir el escalofrió se dé cuenta que le ha dado un hambre voraz, que puede usted tragarse y engullir toda la carne o los vegetales del mundo entonces notara que al abrir la billetera está ahí, solito, un billetico de cincuenta que usted no recuerda haber puesto ahí. Se dará cuenta que a muerto cuando vaya sonriente a cambiar su billete de cincuenta mil pesos colombianos moneda corriente amén y su prójimo se lo cambie sin titubeos ni duda, prueba viviente de que en el país por obra de quien sabe que logro erradicarse la maldad y que todas las almas están de repente limpias aunque no sean transparentes. Extrañamente notara que su Facebook (y también en otras cuentas que tenga en cuanta red social exista) estará lleno de actualizaciones por cambio de foto y que los raros contactos que usted creía eran dibujos de anime resultan ser extrañas y simpáticas personas, unas personas lánguidas y pálidas, sonrientes seres que no creen en alambrarse los dientes para sonreír mejor, y por alguna razón siente usted que son muy bellas como todas las otras creaturas que en algún momento fueron sinónimo de hermosura chicas blancas y de pelo largo lindas como las rubias de ojos cambiantes, los actores hollywoodenses y las flaquitas de pasarela, estará aprobada la aceptación y todos conocerán la belleza. Todos podrán amarse con la persona que les ha gustado en la buseta y nadie temerá hablar, porque cuando uno a muerto el rechazo no existe, todos son felices y cuando besan al amor de su vida en el autobús en vez de quedarles en la boca un gusto a cigarrillo, todos los besos sabrán a gloria.

En el más allá que es muy parecido al más acá la luna estará llena todas las noches y habrá más de mil estrellas y ni una sola nube, y el firmamento parecerá amplio y habrá lluvia de cometas casi todas las noches tanto así que le va a parecer que caen del cielo ardillas en paracaídas, tortugas en paracaídas, caballitos de mar en paracaídas, Huidobros en paracaídas y todos contemplaran muertos en los techos de sus casas y en los noticieros dirán que ya está aprobado que los países de este lado del continente hagan el viaje a Plutón en primera clase, al fin. Es por eso que al presenciar la noche todos saben ya que han muerto, pero si usted no tiene la fortuna de morir pasado el meridiano si no que falleció antes de las 11:45 antes del meridiano sabrá que ha muerto si llegado el mediodía los mecánicos de su barrio ya no usan camisas sucias y agujereadas con los logos de los partidos políticos de moda si no que van limpios y con las camisetas blancas, posiblemente vaya usted como de costumbre a la misa, a su culto o la iglesia y se dé cuenta que todo el mundo puede creer libremente en su Dios, solo que ya no se pide limosna ofrenda ni diezmo y por alguna razón la salvación y la vida eterna son temas que ya no aparecen en la biblia ni el Corán sea cual sea su versión.

Si la muerte lo atrapa en el autobús digamos, sabrá usted que esta muerto porque cuando se sube el vendedor ambulante no dice que se ha visto en la necesidad de montarse al autobús si no que le divierte mucho y no se disculpa si incomoda a alguien porque la gente no se incomoda, inclusive admite el vendedor ambulante que se niega a un trabajo de oficina y le gusta mucho el zarandeo del transporte público.

Nos daremos cuenta que hemos muerto cuando al pagar el taxi de venida de la fiesta no nos cobren recargo nocturno ni de domingos o festivos, cuando todos podamos tener un crédito para casa sin fiador ni intereses, cuando para la fila del banco hallan implementado el uso de sillitas con ruedas para agilizarlo todo y que uno no se canse mientras se hacen los tramites, cuando nos demos cuenta al pagar la tarjeta de transmilenio que ya no se admiten pasajeros de pie y todos cabemos sentados, en ese momento habremos muerto, cuando al cerrar la ventana de Word todo se guarde automáticamente y en fotojapón no pierdan nuestros rollos revelados, y nadie llore con el gymnopedie  y woody Allen no sea raro, todo será entonces perfecto y no existirá la duda, ni las ideas en contra de nada, y cuando nadie proteste y la fila en el Mc Donald’s del centro comercial no tenga más de 3 personas, y el mundo parezca amplio porque nadie necesita ya visa, solo en ese momento sabremos que hemos muerto, porque cuando bien signifique lo mismo que mal y no haya diferencia entre lo correcto y lo errado, y solamente las noches valgan la pena. Entonces… le parecerá a usted que ya no hay nada porque vivir, entonces… estará usted muerto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario