sábado, 1 de junio de 2013

El Hombre es un gran faisan en el mundo (Fragmento) - Herta Müller


«La luna está enorme. Soñé con la rana seca. Estaba agotado. Y no podía irme a dormir. La rana de tierra estaba en mi cama. Me puse a hablar con mi mujer y la rana me miró con los ojos de mi mujer. Tenía la trenza de mi mujer. Llevaba puesto su camisón, remangado hasta el vientre. Le dije: "Tápate, que tienes los muslos secos".Eso le dije a mi mujer. La rana de tierra se cubrió los muslos con el camisón. Yo me senté en la silla, junto a la cama. La rana de tierra sonrió con la boca de mi mujer. "Esa silla rechina", dijo. La silla no rechinaba. La rana de tierra se soltó la trenza de mi mujer sobre el hombro. Era tan larga como su camisón. Le dije: "Te ha crecido el pelo". Y la rana de tierra alzó la cabeza y gritó: "Estás borracho, te vas a caer de la silla".»





«Sabe Dios para qué existirán las mujeres», dice Windisch. El guardián nocturno se encoge de hombros: «No para nosotros», dice. «Ni para mí, ni para ti. No sé para quién.» Y acaricia al perro. «y nuestras
hijas», dice Windisch, «sabe Dios, algún día también  serán mujeres».

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