domingo, 16 de agosto de 2015

Hipótesis



Puede ser que me haya sentado a escribir esto porque:

Cuando bajé por primera vez con un tanque de oxigeno hasta el fondo del mar, creí que las burbujas lucían como medusas y entonces me olvide de respirar durante casi dos minutos.

Porque fui instruida en un evangelio que daba por sentado el hecho de que todos los corazones estaban rotos y debían ser reparados. Porque la palabra es Dios, y su verbo no puede ser conjugado. Porque la biblia me habla cada día de mi propia soledad y yo la oigo en silencio y a veces lloro y otras veces pienso en ángeles que no se parecen a nada que yo haya alucinado antes.

Porque Roque Dalton un día escribió Poems in law to lisa.

Porque he visto el corazón de grandes chicos hundirse y apagarse con la idea de un sueño cualquiera, sufriendo la doble desgracia de querer entristecerse tanto como Sarah Kane y conseguirlo.

Porque cuando Geof Gaylord asesinó a su amigo imaginario y se entrego a las autoridades, no fue condenado a la pena de muerte, y lloró.

Porque cuando tenía 4 años deje caer por las escaleras una botella de vidrio llena de Katsup, y jamás me pude recuperar de aquella pérdida.

Porque mi corazón se ha hundido y se ha apagado. Porque siempre he preferido bailar sola.

Porque el 9/11, cuando mis  ojos vidriosos estaban pegados a la televisión vi que un hombre se arrojaba desde el centésimo piso de una torre sosteniendo una sábana con las manos. Porque mientras lo veía yo estaba brincando en la cama con mi pequeña cara redirigida a la pantalla, y en medio de mi distracción pise la cabeza de un bebé que dormía cerca de mí.  

Porque Michi Panero murió en 2004.

Incluso cuando he bailado con otras personas, es probable que haya estado bailando sola mientras apretaba los parpados muy fuerte hasta que toda mi cara se desdibujara y yo no fuera nadie.

Porque la sábana de aquel hombre no funciono como un paracaídas, sino que lo envolvió de manera desesperada, y después de eso solo vi un punto blanco descender y perderse en el brillo de las ventanas. Porque el bebé que dormía bajo mis pies aquel día, creció y  con el tiempo desarrollo una decena de problemas cognitivos y también una forma craneal bastante inverosímil. Porque yo creo que todo aquello es mi culpa.


Porque mi corazón no es un músculo, y yo no soy un organismo.






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